Alumnos del Centro Educativo Sesc, en Río de Janeiro, que realizan el proyecto Science Outside the Box (Foto: Divulgación Centro Educativo Sesc.)¿Imaginas recibir una caja llena de elementos imprescindibles para realizar los experimentos científicos más curiosos?Este sería el sueño de muchos jóvenes que quieren trabajar en investigación, y un proyecto realizado por estudiantes de secundaria en Río de Janeiro convirtió ese deseo en realidad.Todo comenzó en 2018, cuando la profesora Carla Rênes, profesora de química en el Polo Educacional Sesc, en la capital del estado, creó Ciência Fora da Caixa.La idea surgió a partir de preguntas de los propios estudiantes, egresados ​​de escuelas públicas municipales y estatales, sobre por qué hay tantas diferencias en la infraestructura docente y escolar en el país.“Llegan y quedan maravillados con nuestra estructura de laboratorio”, dice Rênes sobre la experiencia de los alumnos.La iniciativa busca acercar la experimentación científica a educadores y escuelas que no cuentan con laboratorios o cuyos recursos económicos son escasos.Esto sucede a través de cajas que estudiantes y docentes crean con diferentes temas, pero que funcionan como laboratorios portátiles dedicados a experimentos específicos.Hasta el momento, el proyecto cuenta con cuatro modelos de cajas.En los "Fenómenos de la Materia", por ejemplo, es posible realizar experimentos que se relacionan con cambios químicos y físicos.La caja contiene elementos como sulfato de cobre, tinte, alcohol, papel de filtro, aceite y cloruro de sodio.Con estos insumos es posible producir óxido, extraer ADN e incluso producir fuego de colores.Los demás kits tratan los temas “Transformación de la Materia”, “Colores y Luces” y “Tierra y Universo”.Todos traen el material necesario para realizar las pruebas dentro de la asignatura propuesta.Para acceder a los boxes creados en el proyecto, los docentes de las instituciones interesadas deberán ponerse en contacto con el Centro Educativo Sesc a través de las redes sociales o por teléfono e informar, por ejemplo, el número de alumnos por aula, la asignatura en la que se utilizará el box y el Dirección de Envío.El número de kits depende de las necesidades de los profesores, la distancia de la escuela y el número de alumnos.Los pequeños laboratorios están diseñados para ser utilizados por grupos en clases dinámicas.“Una gran escuela pública de São Gonçalo [RJ], que nos conoció a través de Instagram, se puso en contacto con nosotros para atender al tercer grado de secundaria, que estaba desmotivado con el regreso de la educación presencial”, dice Rênes.“Nuestra demanda era atender a 189 alumnos y preparamos tres cajas”.Caja de Colores y Luces del proyecto Ciência Fora da Caixa (Foto: Reproducción/www.cienciaforadacaixa.com)Ciência Fora da Caixa, que en 2019 comenzó como una actividad extraescolar, ahora forma parte de la parrilla de secundaria del Polo Educativo, en una asignatura denominada Educación Solidaria.En esta disciplina, la tarea de los estudiantes es armar las cajas a su gusto, siempre y cuando estén dentro de los temas elegidos por los docentes de la escuela que recibirá el laboratorio y los contenidos previstos por la Base Curricular Común Nacional (BNCC). ).Una vez decidido el tema, los alumnos comienzan a armar la caja, que puede contener de seis a diez objetos para realizar hasta ocho experimentos.Los insumos para cada laboratorio son proporcionados por la institución del Sesc y son fijos solo por un año —con el cambio anual de salas, cambian los kits—.Además de configurar y probar la eficacia, los estudiantes también desarrollan un guión sobre cómo llevar a cabo el experimento propuesto y sugieren contenido relacionado."Es muy bueno.Después de armar la caja, somos conscientes del impacto”, dice Lívia Fernandes, alumna de 3° año de secundaria del Centro Educativo.“Hay un factor de sociabilidad muy grande, porque tienes que interactuar con las personas a las que necesitas ayudar.Es ver el cambio que está ocurriendo”.Solo en el primer semestre de 2022, alrededor de 440 estudiantes recibieron kits de Ciência Fora da Caixa.Entre las instituciones ya atendidas están las sucursales del Sesc en Ceará, además de centros estatales, federales y privados en Rio de Janeiro y en otros estados, como Rio Grande do Sul y Minas Gerais.En el Centro Educativo, 70 alumnos participan del proyecto.El proyecto de divulgación científica hizo llorar a la profesora Naiara Moreno, profesora de química en el Colégio Pinheiro Guimarães, en Río.No esperaba cuánto impactaría la caja "Fenómeno de la Materia" a João, un estudiante autista de 19 años que forma parte del programa de Educación de Jóvenes y Adultos (EJA).Cuadro Fenómenos de la Materia (Foto: Publicidad Polo Educacional Sesc.)João siempre fue muy participativo, pero solía perder la concentración fácilmente.“Pude ver que quería participar, pero mostró miedos.Tenía miedo de que se me cayera algo o se rompiera”, dice Moreno.Con el kit del proyecto, fue diferente.“Se acercó a la caja, dejó a un lado sus miedos e interactuó por primera vez, ayudó y fue testigo del experimento, que visualmente era atractivo”, describe la docente.Según ella, João quedó encantado con el montaje de la lámpara de lava.El mediador del estudiante, un profesional contratado por la familia para ayudarlo con su rutina escolar, dijo que llegó a casa radiante.Y la experiencia ha animado a los jóvenes a participar más en las clases.“Cuando asumimos una actividad diferente, el vínculo entre alumno y maestro aumenta.Están más disponibles para la próxima clase, y sentí eso [con João]”, dice Naiara.*Con supervisión y edición de Luiza Monteiro