Imeko: la única empresa en el mundo que recicla el plástico de las colillas de cigarro - País Circular

2022-10-22 19:36:09 By : Ms. Helen Yue

La empresa fundada por tres profesionales titulados en la Universidad Católica de Valparaíso logra recuperar colillas desde sus contenedores instalados en distintas instituciones y obtener el primer pellet del mundo a base de acetato de celulosa recuperado de los filtros de cigarrillo. Con ese pellet, otras empresas fabrican posavasos y, en un futuro cercano, marcos de lentes. “Lo ideal sería que nosotros no existiéramos porque eso significaría que la gente dejó de fumar, pero como eso no está pasando, la idea es que se haga de forma responsable”, dice Jennifer Araya, gerenta comercial.

Mientras eran estudiantes de química industrial en la Universidad Católica de Valparaíso, Valery Rodríguez y Germán Brito descubrieron que el filtro del cigarro era de acetato de celulosa, un plástico no biodegradable que -pensaban por entonces- era susceptible de ser reciclado. A ellos se unió Jennifer Araya, ingeniera comercial, y el trío comenzó a trabajar con determinación para escudriñar en la ciencia y hallar una solución para esta tragedia que significan las colillas en el suelo: se calcula que 5,6 trillones de colillas son arrojadas anualmente al medioambiente, y que un 36 por ciento de la población chilena fuma un promedio de siete cigarros diarios.

“El problema es tremendo con solo mirar el suelo, todas las esquinas, paraderos y árboles lleno de colillas de cigarros por todas partes. Es un problema muy evidente, pero invisible a la vez, ya que tienen más de 7 mil compuestos tóxicos. Nos propusimos el desafío de limpiar las colillas y recuperar el plástico que está dentro”, cuenta Araya, respecto de los comienzos de la empresa Imeko, cuya formalización ocurrió en abril de 2018.

Las pruebas, sin embargo, habían empezado a fines de 2017, no sin antes adjudicarse algunos fondos pequeños en la referida casa de estudios, para luego postular a fondos más grandes como Start-Up Chile, conseguir equipamiento y, en definitiva, consolidar el modelo de negocios.

“La gente cree que nosotros hacemos plástico, y no: no hacemos plástico. El plástico ya está. Lo podemos reciclar y recuperar a través del proceso”, aclara Jennifer Araya. El proceso consiste, según ella, “en recolectar las colillas desde diferentes fuentes, con los contenedores que tenemos, quitarles el papel y el tabaco, para luego sacarles los compuestos tóxicos con la colaboración de una empresa socia. Esa fibra limpia resultante pasa por un proceso mecánico-químico que se transforma en un pellet llamado Celion. “Es el primer pellet del mundo hecho a base de colillas de cigarrillos”, agrega la gerenta comercial de Imeko.

La empresa -única en el mundo que recicla el plástico de los filtros de cigarrillos, dice Araya- entrega el pellet a otras empresas manufactureras que fabrican posavasos de plástico. En fase de pilotaje se encuentra un proyecto que permite hacer marcos de lentes a partir de este pellet Celion producido por Imeko. “Nos ha pasado que las personas huelen los posavasos creyendo que van a hallar olor a cigarro. Y no: nosotros limpiamos totalmente el material, y hemos validado que no tiene ningún compuesto tóxico”, comenta la emprendedora.

“El problema es tremendo con solo mirar el suelo, todas las esquinas, paraderos y árboles lleno de colillas de cigarros por todas partes. Es un problema muy evidente, pero invisible a la vez, ya que tienen más de 7 mil compuestos tóxicos. Nos propusimos el desafío de limpiar las colillas y recuperar el plástico que está dentro”.

Imeko cuenta con varios modelos de contenedores para que las personas depositen ahí sus colillas de cigarros. En un principio recolectaban los filtros de restoranes y bares de Valparaíso, donde instalaban estos contenedores, pero “ahora cambiamos el modelo de negocios y tenemos servicios de suscripción a través de los cuales nosotros les entregamos contenedores y hacemos retiros mensuales y trimestrales en Valparaíso y Santiago, pero trabajamos con muchos gestores de residuos a lo largo del país”, especifica Jennifer. Cerca de mil contenedores han sido instalados en territorio nacional. El impacto generado hasta ahora es grande: por cada kilo de colilla reciclada, se recuperan 750 gramos de plástico y se dejan de emitir 2,7 kilos de dióxido de carbono. Asimismo, cada tonelada del pellet Celion producido logra remover 1,5 millones de colillas del medioambiente. Hasta la fecha, en total, han logrado recuperar 4.808.189 colillas.

Los clientes son variables, dice Araya: “Son empresas donde trabajan muchas personas, edificios corporativos, empresas que trabajan con un patio grande de trabajadores, empresas mineras”. La otra variante de trabajo son los cinco municipios con los que mantienen convenio: Frutillar, Rocas de Santo Domingo, La Serena, Cochrane y Zapallar, todas comunas costeras, donde se han instalado contenedores para evitar que la gente fume en las playas, conducta que ya está penalizada por ley.

A modo de ejemplo, Bodegas San Francisco (BSF) ha sido una de las empresas clientas de Imeko. En el total de sus centros, y mediante una campaña, lograron recolectar entre los meses de julio, agosto y septiembre un total de 5,5 kilos de colillas a través de 31 contenedores instalados en sus dependencias. Luz Arraño, arquitecta de esta empresa, comenta que “siempre buscamos iniciativas que nos permitan avanzar hacia una logística más verde. En este caso, en los Centros de Bodegas San Francisco, en las áreas exteriores en que está permitido fumar, decidimos reciclar las colillas de cigarro. Buscando una solución para gestionarlas nos encontramos con Imeko, que logra a través de la ciencia transformar este residuo en un material útil, evitando que termine tirado en el suelo, y disminuyendo así la contaminación de aguas y suelos”.

“Hay harto interés de los municipios en educar a la población. Nosotros tenemos como meta que no existan más colillas en las calles, y para que ello sucediera la solución más simple sería que la gente dejara de fumar, pero por ahora eso no está pasando, aunque hay más conciencia. Para nosotros lo fundamental es que la gente, si fuma, que lo haga de una manera responsable con el medioambiente. Las campañas no han surtido efecto, porque el cigarrillo es muy adictivo”, añade la cofundadora de Imeko.

“Por lo tanto -complementa la emprendedora- tenemos una disyuntiva buena: lo ideal sería que nosotros no existiéramos, porque eso significaría que la gente dejó de fumar, pero si lo hace, que no arroje las colillas al suelo”.

De cualquier modo, Imeko ya quiere seguir este mismo derrotero de reciclar todo aquello que no está siendo reciclado, en especial, de aquellos productos que tienen compuestos tóxicos. “Somos una empresa de base científico-tecnológica que queremos trabajar en cómo reciclar la silicona de los cartridge, los aerosoles y todos esos residuos que nadie recicla”, cierra.

La organización social y nuevos modelos de gobernanza y participación aparecen como centrales para aprovechar al máximo las oportunidades... read more

En un conversatorio realizado en la Universidad Adolfo Ibáñez la directora del Directorio del Transporte Público Metropolitano (DTPM), Paola... read more

Manuela Martelli y Ernesto Meléndez apuestan por ser un hito en la industria audiovisual chilena. read more

La ceremonia de Certificación se realizó en el marco de la 1era Feria Ambiental e Intercambio de semillas que... read more

La actividad, que forma parte de la Chile Green Building Week, tendrá como temas centrales #ConstruyeCircular y #ConstruyeZero, que... read more