8 verdades (y superaciones) sobre el primer año de maternidad |Comportamiento |Crecer

2022-10-22 19:33:23 By : Ms. Joye Ling

El primer año de maternidad es una auténtica montaña rusa.Sin duda, es un período complejo, lleno de dolores y delicias.Por un lado, hay un nuevo miembro en la familia, que trae una inmensa felicidad a la pareja, pero, por otro lado, toda su vida se pone patas arriba y los padres tienen que aprender a lidiar con una rutina completamente diferente a la que tenían. estaban acostumbrados, haciéndose responsables de cuidar una nueva vida que acaba de llegar al mundo.El primer año de vida de un bebé está lleno de desafíos — Foto: CrescerEspecialmente para las madres primerizas, el período posparto puede ser aún más desafiante, después de todo, no saben lo que vendrá, lo que puede hacer que se sientan más angustiadas por la maternidad.“La ansiedad tiene mucho que ver con preocuparse por el futuro y sentirse fuera de control.Por eso es importante que las madres se informen, hablen con médicos de confianza y cuenten con una red de apoyo cariñoso para ayudarlas a pasar esta etapa de la mejor manera posible”, dice la psicóloga Rita Calegari, de São Paulo.No todo sale según lo planeado con los niños, y eso está bien.Es necesario reajustar las expectativas y entender que este período no estará rodeado solo de buenos momentos.Además del amor incondicional que crece dentro de los padres, también crece el cansancio y los desafíos por superar.“Tenía muchas expectativas y también muchos miedos.Tenía esa visión romantizada de la maternidad: amamantar hasta los 2 años, recibir apoyo de familiares y amigos, vivir el puerperio con tranquilidad y volver a tener vida social en poco tiempo.Y bueno, casi nada de eso pasó…”, dice Márcia Amaral, madre de Francisco, 10, de Belo Horizonte, Minas Gerais.Para ayudar a las nuevas mamás a afrontar este camino que es el primer año de vida de un bebé, CRESCER conversó con Rita Calegari y con diferentes mamás, quienes contaron algunas verdades sobre esta etapa y cómo superaron los obstáculos que se presentaron en el camino.¡Verificar!1. “Algunas mujeres imaginan que después de que nazca el bebé, el cuerpo volverá rápidamente a la normalidad.No es así"“En mi caso, cuando nació mi hija, salí de la maternidad más pesada que cuando entré”, dice Rita Calegari.La psicóloga tuvo una cesárea, pero antes probó un parto normal y recibió medicamentos para promover la dilatación.“Estaba muy hinchada por la medicación y en el momento en que pisé la báscula pensé que, inocentemente, habría perdido casi 4 kilos, porque al fin y al cabo había nacido un bebé de casi 4 kilos.Pero yo estaba más pesada que cuando entré a la maternidad para tener a mi hija”, recuerda.El cuerpo necesita tiempo, se necesitaron nueve meses para alcanzar el pico del embarazo y se llevaron a cabo muchas transformaciones para llevar a un bebé en desarrollo.“Seamos generosos con nuestro cuerpo, se necesita al menos 1 año para que el útero vuelva a su tamaño normal, para que nos desinflemos y el metabolismo se ponga en ritmo”, explica la especialista.Hay mujeres que nunca vuelven a tener el mismo cuerpo que tenían antes de quedar embarazadas, según la psicóloga, y no hay problema con eso.“El embarazo deja sus marcas, más en unas mujeres y menos en otras.El cuerpo que pasa por el embarazo tiene la identidad de un cuerpo que generó otra vida y hay que acogerlo”, destaca.Los ideales establecidos por la sociedad son una gran fuente de sufrimiento para las madres.“Las mujeres aún viven bajo una dictadura muy grande en cuanto a estándares de belleza, que no se corresponden con la realidad.Necesitamos aceptar los cambios en nuestro cuerpo cuando nos convertimos en madres.Es importante ejercitar ese cambio de modelo mental”, apunta la psicóloga.El consejo principal es: ten paciencia y, si lo crees necesario, busca ayuda profesional.“Con el tiempo, es posible hacer un plan en el que el cuerpo esté muy bonito, aunque no sea el mismo que era antes del embarazo.Cuanto más rápido abracemos las fases de nuestro cuerpo como mujeres, más rápido tendremos salud mental, calidad de vida y transformaremos la sociedad para mejor”, enfatiza Rita Calegari.2. “Ser madre es aprender constantemente”No importa cuánto se prepare, cuántos libros lea o clases a las que asista, no podrá manejar todo lo que su bebé necesita de inmediato.“Los adultos tenemos poca tolerancia con el proceso de aprendizaje. Necesitamos desvincular la maternidad como algo innato y divino y entender que es algo que se puede aprender, pero necesito dedicarme. Cuando fui madre, experimenté dos cosas muy complejas. sentimientos. : una fuerza gigantesca y una humildad igual de fuerte”, dice la psicóloga.Incluso aquellos que ya tienen experiencia con niños tendrán que aprender a reconocer las individualidades de sus hijos.“Es como todo en la vida: ensayo, ensayo, acierto y error.Los bebés no vienen con un manual, los padres lo escriben.Incluso en hermanos, es necesario comprender los detalles.Los padres deben estar dispuestos a escuchar y observar”, explica Rita Calegari.Como dice el experto, está bien equivocarse, los errores también enseñan.“No se puede ser la madre perfecta, nadie lo es, tenemos que esforzarnos para ser suficientes.Ser madre es aprender constantemente.Es en la relación con el hijo que lo materno se desvela y se confirma”, destaca.3. “No podrás con todo.¡Y eso está bien!”Sobre todo en relación con las madres, existe presión para que puedan equilibrar el trabajo y el cuidado de la casa y del bebé, siendo las “superheroínas” que fueron entrenadas para ser.“Hay una idealización del rol materno, la sociedad es muy pesada al respecto.Las mujeres aprenden sobre el papel de la maternidad desde pequeñas”, destaca Rita Calegari.Es por eso que muchas madres se sienten culpables cuando no pueden hacer todas las tareas a la perfección.“Puedes estar seguro de que todo lo que pasas, alguien más ha pasado, está pasando ahora o pasará.No te juzgues tanto.No cubre tanto.No te culpes tanto.Sé amable contigo mismo y no te asustes tratando de manejar todo.Nadie lo hace.¡Y todo está bien!”, dice Carol Portella, madre de 3 hijos, de São José dos Campos, São Paulo.Para Carol, al principio, la llegada de su primera hija, María Fernanda, de 11 años, fue sumamente estresante.Pero, con la ayuda de su red de apoyo, sintió que el peso de la rutina agotadora disminuía y llegó a comprender que no siempre tiene que poder hacer todo por todos en la familia.4. “Es agotador y gratificante a la misma intensidad”No hay duda de que un bebé hace que la crianza sea mucho más agotadora.Hay noches de insomnio, prisas y preocupaciones que no acaban.Pero, al mismo tiempo, también hay otro sentimiento que se apodera de él: el cariño.“Es extremadamente agotador y gratificante a la misma intensidad”, dice Lorena Nunes Medeiros Mendes, madre de Pérola, 4, de Camaçari, Bahia.Para ella hay sentimientos encontrados: es como si este primer año de maternidad fuera eterno por los muchos obstáculos que hay que enfrentar, pero también es más rápido de lo que le gustaría.“Parece que nunca pasará y pasa en un abrir y cerrar de ojos, una etapa hermosa llena de desafíos.Ser mamá primeriza es muy difícil, idealizamos muchas cosas y algunas no salen como esperábamos, y eso sí, de la mejor manera posible para el bebé y la familia”, relata.Carol Portella está de acuerdo con esta complejidad del comienzo de la maternidad.“Nunca supe lo que era ser madre, solo pensaba en lo maravilloso que sería tener hijos.Ese fue el susto.Ver cuánto tenía que dar y sacrificarme por ellos.Pero solo podía estar completa después de tenerlos”, destaca.El agotamiento es una queja muy común entre las nuevas madres.“Hay dos tipos de fatiga: física y psicológica.Después del parto, la madre siente desgaste en su cuerpo, luto por el embarazo que ha terminado, cambios hormonales, preocupación por el bebé y necesidad de aprender toda una nueva rutina.Todo esto contribuye a que el período sea agotador.Es necesario comprender que no todas las mujeres estarán radiantes y felices todo el tiempo en el posparto, además de la alegría también hay momentos difíciles”, explica Rita Calegari.Manejar el cansancio no siempre es fácil, pero existen algunas medidas que pueden ayudar.“Descansar, tener una dieta balanceada, practicar ejercicios ligeros, consultar al obstetra, repartir tareas y, sobre todo, tener una red de apoyo confiable, comprensiva y amorosa son formas de mitigar el cansancio tanto físico como mental”, destaca la psicóloga.5. “No es fácil para una pareja”Es inevitable que el nuevo integrante de la familia afecte la relación de pareja.“Tenía la expectativa de que el bebé solo mejoraría la relación entre los dos, pero no fue así, porque todo es muy nuevo.No es fácil para una pareja, el hombre y la mujer necesitan tener paciencia con la relación, porque está en un segundo plano”, dice Ana Madureiro, madre de Luisa, de 2 años.Pero con el tiempo, ella y su esposo pudieron volver a conectarse.“En mi caso, aprendimos a ser marido y mujer al mismo tiempo que aprendíamos a ser padres, pero a medida que ella fue creciendo nos sincronizamos. Él es mi compañero en todo y lo mejor de todo: aprendimos que nuestra felicidad es estar los tres juntos, los retos se van recortando”, dice.Muchos padres enfrentan este mismo obstáculo en este período.“Es muy común en el primer año de la maternidad que las relaciones no sean las mismas que antes de que naciera el bebé.Puede ser que el padre no encuentre a su mujer tan receptiva, puede ser que haya mucho cansancio, poca disponibilidad, preocupación por otros aspectos que no son más de esa vida en común.Incluso volver a salir, tener una relación sexual, puede ser una aventura cuando tienes un bebé pequeño”, explica Rita Calegari.Por lo tanto, es importante que haya mucho diálogo entre los dos.“La pareja necesita ser muy socia, muy cómplice, porque la relación de pareja es un aspecto importante en la construcción de la familia”, enfatiza la psicóloga.Más que nunca, será importante crear espacios en la rutina para la convivencia.“Siempre que sea posible, es importante que la pareja se tome un tiempo para estar juntos, ya sea para ver un episodio de una serie, para tomar un helado”, agrega.6. “El primer año de tu hijo será el mayor filtro social de tu vida”Desafortunadamente, no todos en su círculo social se mantendrán en contacto después de que nazca el bebé.“Después de que nació mi hijo, muchos amigos desaparecieron o se limitaron a visitas o llamadas rápidas, incluidas personas muy cercanas con las que estaba seguro de poder contar.Me sentí muy sola los primeros meses y, a veces, desesperada por no saber cómo afrontar algunas situaciones.El primer año de tu hijo será el filtro social más grande de tu vida”, dijo Márcia Amaral.Pero, al mismo tiempo, esto abre espacio para que se formen nuevos vínculos.“¿Sabes quién va a pasar por el filtro y quedarse en tu vida después de eso?Quizá las personas más inverosímiles: aquella vecina, casi desconocida, que se llevó una tarta a media tarde porque oyó llorar mucho al bebé.Una prima lejana con la que apenas hablabas, que llamó preguntando si todo estaba bien y contándote su propia experiencia, amablemente, y te ayudó en un momento de frustración.Y claro, esa amiga que siempre celebró sus victorias y lloró sus penas (y seguirá llorando)”, dice Márcia.7. “No es fácil encontrar una red de apoyo amorosa y comprensiva”“Mi red de apoyo era muy restringida, por lo general estábamos mi esposo y yo, ocupándonos de todo”, dice Márcia.La falta de una red de apoyo es una gran preocupación para muchos padres.Y esta cadena de ayuda no puede venir de cualquiera, tiene que ser de quien esté dispuesto a escuchar sin juzgar, a asumir responsabilidades y tratar a los niños con cuidado y respeto.“La red de apoyo es fundamental y no tiene que ser la familia, pueden ser profesionales, amigos, se puede renovar, pero tienen que ser personas de confianza que puedan ayudar a los cuidadores a cubrir las necesidades de los bebés”, señala Rita Calegari.Según la psicóloga, estas personas son mucho más importantes para los padres que para los bebés.“Los padres que tienen una red de apoyo tienen seguridad, apoyo emocional, una base.Las personas sin una red de apoyo son mucho más vulnerables e indefensas ante las dificultades”, subraya.8. “Es difícil volver al trabajo”Después de pasar meses cuidando al bebé todo el tiempo, es difícil volver a la rutina.“Las mujeres también se sienten culpables por no estar con el bebé todo el tiempo.Piensan que no hay nadie mejor que la madre para cuidar al niño”, dice Rita Calegari.Para sentirse más segura, es una buena idea aprovechar los meses de licencia por maternidad para preparar una cadena de ayuda de confianza para “hacerse cargo” del cuidado de los niños cuando necesite volver al trabajo.Además, es necesario encontrar la forma de introducir la maternidad en el ajetreo del día a día, lo cual no es fácil.“Aprender a equilibrar el hogar, el trabajo y la maternidad fue muy desafiante.Siempre he sido muy independiente, trabajaba hasta tarde, iba al cine con mi esposo todas las semanas, me reunía con amigas regularmente y, después de ser madre, me encontraba perdida, sin saber qué camino tomar”, recuerda Márcia.Pero, junto con su esposo, encontró la manera de aligerar el peso y encontró una rutina que le funcionó.“Compartimos bien las responsabilidades y logramos superar las dificultades juntos, con mucho amor.Me había dejado atrás y fue un largo camino para volver a encontrarme”, añade.La fecha del primer cumpleaños siempre es muy esperada por los padres y hasta los bebés sienten el cariño que hay detrás de la celebración.“A los niños pequeños les cuesta entender el motivo social del cumpleaños, pero entienden el valor afectivo y emocional.El primer año es un ciclo muy importante a completar para los padres.Es un año de aprendizajes, de retos.Es un hito importante, que reúne a personas que fueron parte de ese momento, es muy positivo”, destaca Rita Calegari.Para las madres, el sentimiento es de una larga misión.“Cuando Luisa cumplió 1 año sentí como si hubiera conquistado una etapa, un premio final.Pensé: '1 año, lo hice, hice un buen trabajo'”, dice Ana.Ver crecer a tus hijos es muy emocionante.“Es un sentimiento de victoria y felicidad indescriptible, mucho agradecimiento por toda la evolución de mi bebé durante este período, es muy bonito verla aprendiendo cosas nuevas, dando sus primeros pasos”, destaca Lorena.Pero también es un hito en el crecimiento de la pareja como padres.“La celebración de esta fecha fue algo muy especial e importante para nosotros.Marca el desarrollo del niño pero también las victorias de los desafíos de cada día para nosotros los padres.¡Como si fuera un trofeo!Me gusta: ¡Lo logramos!Ahora solo es cuestión de seguir adelante”, dice Carol.Es un momento para celebrar los logros de toda la familia.“Fue una celebración sencilla, pero con mucho significado.Esos 12 meses fueron un período de crecimiento para todos nosotros, y especialmente para mí.Nací madre de mi hijo, pero él fue quien me formó, sobre todo en ese tumultuoso primer año”, dice Márcia.Aunque el primer año de la maternidad es muy complejo, los cambios han venido a mejor.“A pesar de las dificultades, veo que todo valió la pena y que los desafíos llegaron para transformar mi vida como mujer, madre, esposa.Con el tiempo pude reencontrarme en este carrusel de sentimientos que es la maternidad y lo más increíble es que casi ni recuerdo cómo era antes de que naciera Francisco, porque hoy me gusto mucho más.Mi casa se ha vuelto un lugar más alegre, confuso y hogareño”, concluye Márcia.Aprende cómo suscribirte a Crescer para tener acceso a nuestro contenido exclusivo© 1996 - 2022. 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